Faltan pocos días para que acabe Enero y breves minutos para irme. Volveré cuando ya sea Febrero. No cumpliré el compromiso de tratar todos los temas que indiqué en el blog antes de fin de mes; si sirve como excusa debo decir que no he tenido acceso a las fotos que tengo en mente para ilustrar el texto. A pocos minutos estoy de irme al « Jamboree del Centenario », un Jamboree nacional, donde hace poco más de 10 años estuve en el 19º Jamboree Mundial, el inhóspito, seco y muy conveniente [para Santiago] centro Picarquín, en la comuna de San Francisco de Mostazal, Región del Libertador General Bernardo O´Higgins [6ª región para la chusma]. En un principio no sentí tanta euforia como la que ví en las caras de los muchachos de la Tropa Cruz del Sur, la cual se entiende por la novedad, por el esfuerzo que han hecho para hacer realidad este anhelo, y por la decepción que significó no poder asistir al Jamboree del Desierto el verano pasado. Ah, lector atento, notarás que ya he vuelto a hablar
¡Ea, Señor! A mis enemigos veo venir, y tres veces repito: ojos tengan, no me vean; boca tengan, no me hablen; manos tengan, no me toquen; pies tengan, no me alcancen. La sangre les beba y el corazón les parta...