La semana pasada, el día viernes 31 de marzo de 2017, tras una muy desagradable espera que se prolongó por horas en la Clínica Alemana de Valdivia, Cecy tuvo su segunda cita con el ginecólogo, allí se le realizó una ecografía en que se determinó que la edad gestacional a la fecha era de 6 semanas y seis días, con fecha pronosticada para el parto el día 18 de noviembre de 2017.
Los días desde entonces han sido complejos para Cecy porque refiere tener muchas náuseas y malestares, ayer fueron prolongadas y se sintió realmente mal. Por la noche me pidió que me acostara junto a ella temprano, alrededor de las 21:00 horas y así lo hice. No dormimos, pensamos nombres para nuestra hija. Así: hija. En el trabajo a Cecy le dicen que nuestro bebé será una niña y yo también lo presiento, por ésto, con más convicción que presentimiento nos entregamos a buscar y elegir nombres. Ya teníamos uno consensuado y definido desde antes: Frida. Había que buscar el segundo, porque Cecy no tiene segundo nombre y no desea que Frida Saldivia Guzmán sea sólo Frida.
Me criticó que los nombres que yo pensaba y decía: dije Teresa e Inés, cuando me preguntaba el por qué venía el problema, Teresa es por mi abuela paterna y eso no le gustó a Cecy (que se llama Cecilia también por una ascendiente) porque no hay que pensar en otras personas sino en una nueva (y en definitiva porque ella dice que no, y no es no). Inés me pareció un nombre interesante, corto, preciso que va bien con Frida, pero cuando dije que esa función de métrica y ritmo era el motivo, nuevamente el no fue la respuesta. En definitiva, Frida sólo tendría compañía si Cecilia le daba el amén.
Luego me puse a pensar en nombres que me gustan, pero ya habían sido asignados a personas que conocemos o a hijos de éstos, y no queremos que piensen que el nombre es en honor o copia de alguno de ellos. Busqué nombre de mujeres importantes en la historia, pero no me convencían. También propuse descartar todo nombre que implique tener que explicar a otro cómo se escribe, idea que frunció el ceño de Cecy porque elimina un buen número de nombres mayas y náhuatl, pero también mapuches, porque si bien cualquiera sabe escribir Rayén, Millaray o Amancay en Chile, no ocurre lo mismo en México; y viceversa en Chile con Izcalli, Itzel o Aketzali.
Cecilia igual mostró alguna de sus propuestas y llegamos a un silencio pensativo...
.... luego dije "Ofelia", buscamos el origen, significado e implicancias y a Cecilia le gustó. Frida Ofelia.
Mal que mal también fui yo quien propuso Frida.
Comentarios