Con éste título nombró el hobbit Bilbo Bolsón el relato de sus aventuras junto a un grupo de enanos que culminó en la conquista del tesoro que custodiaba el dragón Smaug...
Algo menos fantástico y bastante menos emocionante es lo que contaré a continuación. Una breve reseña de un relampageante viaje a Valparaíso con escala en Santiago en el viaje de vuelta. Advirtiendo que puede resultar muy poco llamativa, acompaño fotos para hacerla más digerible.
El orden lógico de la historia parte aquella vez en que me enteré que un grupo de estudiantes de derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (en lo sucesivo PUCV) llamaban a asistir al Primer Seminario de Derecho Social entre los días 3 y 5 (ambos inclusive) de agosto de 2005. La verdad es que la asistencia a dicho evento sólo podría valer la pena en el caso de ir a exponer un trabajo (no viajaría más de medio día sólo para oir a otros) Entonces manos a la obra...
... ¿Sobre qué escribir? la primera idea en la lista es sobre el tema de tesis, pero nada que ver con el tema del Seminario... ¿Entonces?... ¡Seguridad ciudadana! pero claro, fue la pregunta que casi nadie contestó en la prueba de Derecho Penal 1, y una idea que conlleva un fuerte aspecto social.
Conseguí algo de material (gracias Mónica, oh musa) y, lo más importante, conseguí algo más de tiempo, la fecha límite de entrega me ahorcó y una solicitud de extensión de plazo me dio suficiente aire. Entonces, el 28 de julio, media hora antes de irme a campamento de invierno con la Tropa (esa es otra gran historia), finalicé en tiempo record el trabajo y lo envié a Valparaíso via e-mail. Ufff!!!
Por otro lado mi facultad venía recién volviendo de vacaciones, razón por la cual el financiamiento del viaje no contó con auspiciadores, aunque con posterioridad las gestiones realizadas a última hora en Valdivia rindieron sus frutos pues se me reembolsará (espero) el dinero.
Gran maratón, el martes a las 20:30 hrs. me subí a un Tur bus y no me moví del asiento 33 hasta bajarme en Valparaíso. Empezaban las misiones:
Misión 1°. Encontrar la hostal. Pensé que me iba a costar menos, pues estaba a una cuadra del terminal de buses, pero el aire marino me aturdió durante cinco minutos tras los cuales di con una puerta gris y un timbre que coincidían con la dirección-12 de febrero 135- Claro, subiendo una gran escalera estaba mi cama por las próximas 2 noches. Bed & Breakfast Patricia, un pretencioso nombre para un sucucho que no estoy seguro de recomendar, pero lo más probable es que lo vuelva a utilizar (más vale diablo conocido que por conocer) Por si acaso: $6.000 por noche, con desayuno, baño compartido.
Misión 2°. Encontrar a la organización del Seminario. Lo primero era llegar a la PUCV (la casa central de Av. Brasil 2950) lo cual fue fácil, no tanto fue el encontrar a alguien de la organización, me dí cuenta rápidamente que el Seminario no prendió con mucho entusiasmo entre los alumnos y profesores de dicha casa facultad, fue un periplo que zanjé con una vieja arma, el achunte.
Misión 3°. "Aporteñarme". Ésta fue la mejor parte, y la más fácil, dediqué horas a pasear por la ciudad puerto, lamentablemente solo (¡oh musa!) hasta que mi hermana se apersonara por dichos lares el día viernes, suspendiendo la comparsa vacacional con sus amigas en Viña del Mar.
Tranquilos y con gran libertad fueron mis días en la Joya del Pacífico, por si a alguien le interesa expuse mi trabajo el día viernes a las 10:00 hrs. y recibió buenos comentarios. Mi hermana asistió y tomo fotos, luego juntos nos fuimos a almorzar, ¡¡¡chorrillanas obviamente!!! y en el J. Cruz, como Dios manda en Valparaíso (me acordaba de dicho lugar, había estado en 1999, pero putas que me costó encontrarlo). Emigré de la quinta región a las 21:45 de dicho día viernes 5, todavía faltaba mucho por contar...
Justo antes de mi viaje a Valparaíso recibí un correo de mi amigo Alejandro Tirachini, invitándome a su cumpleaños el día 5 de agosto en su departamento en Santiago, yo le conté que por esa fecha iba a estar en el puerto y finalicé pidiéndole que no me esperara, pero que no se extrañara si llegaba igual.
La advertencia no fue suficiente, lo sorprendí igual.
Pasé una muy agradable noche celebrando entre desconocidos pero conversadores sujetos. Aún quedaba un tiempo fuera de casa y había que aprovecharlo. Un paseíto por las calles de la capital y entre su folcklórica gente. Luego comer, luego ¿qué hacer? ... Al estadio, a Santa Laura, a ver al campeón del fútbol chileno Unión Española vencer sobre Melipilla por 2 a 1.
El ajetreo del día sábado 6 finalizó a las 22:30, quince minutos antes debía estar en la Estación Central para subirme al tren que me traería de regreso a Temuco, con combinación en bus hasta Valdivia. Casi me quedo abajo, apenas me alcancé a subir, me acomodé y partí de vuelta en un viaje impecable.
Fin: llegué a Temuco a las 7:30 (puntual) y a Valdivia cerca de las 10 de la mañana, en mi casa estaban mis papás recién levantados y sobre mi cama había un cocodrilo de peluche.
Saludos a mis familiares de Pto. Montt, mi falta de agenda no es excusa suficiente para no visitarlos este fin de semana, lo siento.
"Un viaje de mil leguas comienza con un paso"
Algo menos fantástico y bastante menos emocionante es lo que contaré a continuación. Una breve reseña de un relampageante viaje a Valparaíso con escala en Santiago en el viaje de vuelta. Advirtiendo que puede resultar muy poco llamativa, acompaño fotos para hacerla más digerible.
El orden lógico de la historia parte aquella vez en que me enteré que un grupo de estudiantes de derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (en lo sucesivo PUCV) llamaban a asistir al Primer Seminario de Derecho Social entre los días 3 y 5 (ambos inclusive) de agosto de 2005. La verdad es que la asistencia a dicho evento sólo podría valer la pena en el caso de ir a exponer un trabajo (no viajaría más de medio día sólo para oir a otros) Entonces manos a la obra...
... ¿Sobre qué escribir? la primera idea en la lista es sobre el tema de tesis, pero nada que ver con el tema del Seminario... ¿Entonces?... ¡Seguridad ciudadana! pero claro, fue la pregunta que casi nadie contestó en la prueba de Derecho Penal 1, y una idea que conlleva un fuerte aspecto social.
Conseguí algo de material (gracias Mónica, oh musa) y, lo más importante, conseguí algo más de tiempo, la fecha límite de entrega me ahorcó y una solicitud de extensión de plazo me dio suficiente aire. Entonces, el 28 de julio, media hora antes de irme a campamento de invierno con la Tropa (esa es otra gran historia), finalicé en tiempo record el trabajo y lo envié a Valparaíso via e-mail. Ufff!!!
Por otro lado mi facultad venía recién volviendo de vacaciones, razón por la cual el financiamiento del viaje no contó con auspiciadores, aunque con posterioridad las gestiones realizadas a última hora en Valdivia rindieron sus frutos pues se me reembolsará (espero) el dinero.
Gran maratón, el martes a las 20:30 hrs. me subí a un Tur bus y no me moví del asiento 33 hasta bajarme en Valparaíso. Empezaban las misiones:
Misión 1°. Encontrar la hostal. Pensé que me iba a costar menos, pues estaba a una cuadra del terminal de buses, pero el aire marino me aturdió durante cinco minutos tras los cuales di con una puerta gris y un timbre que coincidían con la dirección-12 de febrero 135- Claro, subiendo una gran escalera estaba mi cama por las próximas 2 noches. Bed & Breakfast Patricia, un pretencioso nombre para un sucucho que no estoy seguro de recomendar, pero lo más probable es que lo vuelva a utilizar (más vale diablo conocido que por conocer) Por si acaso: $6.000 por noche, con desayuno, baño compartido.
Misión 2°. Encontrar a la organización del Seminario. Lo primero era llegar a la PUCV (la casa central de Av. Brasil 2950) lo cual fue fácil, no tanto fue el encontrar a alguien de la organización, me dí cuenta rápidamente que el Seminario no prendió con mucho entusiasmo entre los alumnos y profesores de dicha casa facultad, fue un periplo que zanjé con una vieja arma, el achunte.
Misión 3°. "Aporteñarme". Ésta fue la mejor parte, y la más fácil, dediqué horas a pasear por la ciudad puerto, lamentablemente solo (¡oh musa!) hasta que mi hermana se apersonara por dichos lares el día viernes, suspendiendo la comparsa vacacional con sus amigas en Viña del Mar.
Tranquilos y con gran libertad fueron mis días en la Joya del Pacífico, por si a alguien le interesa expuse mi trabajo el día viernes a las 10:00 hrs. y recibió buenos comentarios. Mi hermana asistió y tomo fotos, luego juntos nos fuimos a almorzar, ¡¡¡chorrillanas obviamente!!! y en el J. Cruz, como Dios manda en Valparaíso (me acordaba de dicho lugar, había estado en 1999, pero putas que me costó encontrarlo). Emigré de la quinta región a las 21:45 de dicho día viernes 5, todavía faltaba mucho por contar...
Justo antes de mi viaje a Valparaíso recibí un correo de mi amigo Alejandro Tirachini, invitándome a su cumpleaños el día 5 de agosto en su departamento en Santiago, yo le conté que por esa fecha iba a estar en el puerto y finalicé pidiéndole que no me esperara, pero que no se extrañara si llegaba igual.
La advertencia no fue suficiente, lo sorprendí igual.
Pasé una muy agradable noche celebrando entre desconocidos pero conversadores sujetos. Aún quedaba un tiempo fuera de casa y había que aprovecharlo. Un paseíto por las calles de la capital y entre su folcklórica gente. Luego comer, luego ¿qué hacer? ... Al estadio, a Santa Laura, a ver al campeón del fútbol chileno Unión Española vencer sobre Melipilla por 2 a 1.
El ajetreo del día sábado 6 finalizó a las 22:30, quince minutos antes debía estar en la Estación Central para subirme al tren que me traería de regreso a Temuco, con combinación en bus hasta Valdivia. Casi me quedo abajo, apenas me alcancé a subir, me acomodé y partí de vuelta en un viaje impecable.
Fin: llegué a Temuco a las 7:30 (puntual) y a Valdivia cerca de las 10 de la mañana, en mi casa estaban mis papás recién levantados y sobre mi cama había un cocodrilo de peluche.
Saludos a mis familiares de Pto. Montt, mi falta de agenda no es excusa suficiente para no visitarlos este fin de semana, lo siento.
"Un viaje de mil leguas comienza con un paso"
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