Sentí cómo es que, durante un buen tiempo, tenía severas dificultades para relajar el cuerpo y ponerme a pensar más allá de lo estrictamente vital. De modo tal que no pude, concebir una buena idea, tampoco desarrollarla ni dejarla ir. Pero...
... sucede que entre los, cada vez más frecuentes, ires y venires a San José de la Mariquina me dí cuenta que la gente me mira de otra forma; y esto puede llegar a ser shockante, no obstante tener elementos, como todo, en pro y en contra.
Supongo que es correcto que quienes asisten a la oficina a realizar consultas, deseen encontrar en mí a un abogado, y por ésto estan dispuestos a tratarme en consecuencia. Un exceso paradigmático ocurrió el día viernes 20 de octubre pasado, en que una terca mujer, ya entrada en años, le consultó a mi jefe (el abogado Claudio Márquez) si podía hablar con "el abogado". No obstante atenderla como tal, tuvo don Claudio que ir a buscarme al Tribunal, porque la mujer no estaba convencida de estar frente a un profesional. Conmigo sí, sin problemas hablamos de su situación. La razón: yo llevaba puesta una corbata, don Claudio no.
Las apariencias engañan, sí. La corbata aparece como una carta de presentación, con una presunción de buena situación e intención. Sí, claro. Seguramente por ésto es que entre los viajeros frecuentes, ida y vuelta, entre Valdivia y San José, sólo a mí me cobran $700.- y no $500.- como a los demás mal vestidos.
Me debo haber visto muy extraño el viernes camino a casa, de terno y corbata, cargando un maletín y una nalca. Es que con o sin corbata uno es lo que es, no lo que los demás ven.
... sucede que entre los, cada vez más frecuentes, ires y venires a San José de la Mariquina me dí cuenta que la gente me mira de otra forma; y esto puede llegar a ser shockante, no obstante tener elementos, como todo, en pro y en contra.
Supongo que es correcto que quienes asisten a la oficina a realizar consultas, deseen encontrar en mí a un abogado, y por ésto estan dispuestos a tratarme en consecuencia. Un exceso paradigmático ocurrió el día viernes 20 de octubre pasado, en que una terca mujer, ya entrada en años, le consultó a mi jefe (el abogado Claudio Márquez) si podía hablar con "el abogado". No obstante atenderla como tal, tuvo don Claudio que ir a buscarme al Tribunal, porque la mujer no estaba convencida de estar frente a un profesional. Conmigo sí, sin problemas hablamos de su situación. La razón: yo llevaba puesta una corbata, don Claudio no.
Las apariencias engañan, sí. La corbata aparece como una carta de presentación, con una presunción de buena situación e intención. Sí, claro. Seguramente por ésto es que entre los viajeros frecuentes, ida y vuelta, entre Valdivia y San José, sólo a mí me cobran $700.- y no $500.- como a los demás mal vestidos.
Me debo haber visto muy extraño el viernes camino a casa, de terno y corbata, cargando un maletín y una nalca. Es que con o sin corbata uno es lo que es, no lo que los demás ven.
Semper idem. Semper et ubique
Saludos a Vicky, una mujer india, con quién me comunico, a veces, a su Bombay natal; y cuyo notabilísimo blog será pronto aquí destacado.
Comentarios
Te cuento que ya llevo 3 años en iquique y me quedo un años más porlo menos, ya hace dos años que soy piloto de combate....sueño hecho realidad, estoy volando el A-36 "toqui", Guen nombre tiene la máquina....puta sigo tocando acáen iquique, peroya no tan heavy como antes, me faltan partners que me sigan en esa onda, pero igual toco las canciones antiguas acrodadome de ti y del pablo....ya viejo mi mail es apus2000@hotmail.com, agregame en msn pa' ponernos en contacto mi cell. es 09-1004089.
cuidate y saludos ala vaca que cache que te popsteo también....saludos KIKE o (Lancero mi nombre de combate).