"La columna del respetable". Casa De Remolienda

Hace más de dos años que no escribo nada acá sobre cine, y tengo que repetir la razón, no soy asiduo al llamado séptimo arte. Mas este año he experimentado un notable progreso amén a que tengo a alguien que buenamente me acompaña a las salas de cuando en cuando, y si hay un poco más de dinero, compartimos algo para comer y beber también. Suelo estar a la altura de mi pretendida condición e invitarla, empero ella también lo hace y se lo agradezco una y otra vez como artista a su mecenas.

Estaba el miércoles 12 de septiembre pasado en casa de mis padres [tal como ahora] frente al computador, eran pasadas las 19 horas, sufriendo en mi nariz los primeros embates del resfrío, cuando por el bendito MSN, inicié conversación con ella. Tras las primeras frases de rigor me preguntó si podía salir, porque quería invitarme al cine, me mostré reticente por mi estado de foco infeccioso, pero al rato me entusiasmé y acepté su propuesta y ya que me permitió elegir la película [o sea la invitación fue genérica] convenimos en juntarnos a ver Casa de Remolienda.

Hace ya varios años, en mi fugaz época de actor escolar, ví un montaje de la celebrada obra de Alejandro Sieveking, que inspira a la cinta "La Remolienda". Muy probablemente no fue ni cercana a la mejor ejecución teatral, pero leída también la obra dramática, creo con firmeza que afirmar que Casa de Remolienda es una adaptación de la obra de Sieveking es una falsedad y hasta un insulto a éste. Prefiero insistir en que es más justo señalar que la película se acerca más a una idea inspirada en "La Remolienda".

Hay que reconocer que esta empresa es un esfuerzo familiar. Bien podría llamarse la Casa de Remolienda de los Eyzaguirre; me quedé a leer los créditos y dicho apellido apareció hasta que perdí la cuenta. Entre los más destacados están su director Joaquín Eyzaguirre [hijo de su madre y hermano de sus hermanos] y los actores Francisca Eyzaguirre y Andrés Eyzaguirre [hija y sobrina del director], o sea todo queda en familia ¿capice?

La verdad no me gustó tanto la película. Siento que los árboles no dejan ver el bosque, hay muchos detalles de vestuario, escenografía, artículos, etc. Así se ven antiguos afiches de pisco Capel, Martini; bien recreados cigarrillos de la época; ampolletas, vestuario, vehículos, camas, casas, instrumentos musicales y la lista sigue. Pero tanta preocupación por los detalles estimo atenta a materias principales, fundamentalmente el guión y aparejada a ésta la actuación. [La adaptación de la obra teatral -que para mí no es tal- a guión es de Cynthia Rimsky y Gonzalo San Martín].

El descenlace queda trunco, hay ciertas ramas argumentales inútiles [V. gr. spoiler: el supuesto trato para generar dinero entre el funcionario municipal y "la Ronca", en cómo perjudicaría aquel a uno de los protagonistas o qué pasa con el hijo de la "Chepa" al irse al campo].

Más finamente estimo que como adaptación de época [supuestamente los años '50] es criticable, por ejemplo: viviendo en un campo del sector cordillerano de la Araucanía se ve que la viuda Nicolasa [papel de Amparo Noguera] reza a su difunto marido Avelino entre un bosque de pinos, cuando lo natural debería ser bosque nativo... Tampoco me resulta creíble que anduviesen descalzos por la tierra y quedaran con los pies limpios; y para mostrar que se consiguieron un máquina de afeitar de la época no era necesario gastar más de un minuto de cinta en mostrar a Tamara Acosta afeitándose las piernas. Repulsivo.

La música es muy buena, excelente me atrevó a decir, lo mejor de la cinta. Y en ésto Daniel Muñoz se luce más como cantante que como actor, por instantes me pareció estar ante "La Remolienda: el musical", ya que las mismas actrices también cantan todo y a cada rato. En el papel de las tres putas del afiche - Luz Valdivieso, Daniela Llhorente y Francisca Eyzaguirre - destaco a la segunda, cuya actuación es la más convincente, aunque es opacada en cantidad de diálogos por la intragable Luz Valdivieso [no me gusta] y por nepotismo -supongo- por la hija del director, una muchacha bastante bella, con una actuación feble y que cuando sonríe se ve igual a su abuelita Delfina Guzmán.



Lo que definitivamente no me gusta, pero parece ser un cliché entre nuestros actores es la forma de encarnar el papel de un campesino. Pasa lo mismo con los papeles de gente pobre, no convencen para nada, falta estudio de personaje, no sé. Siempre caen en lugares comunes tan repetidos al incluir palabras como "naiden" para decir "nadie" y hablar cantadito, realizando una caricatura grotesca que a mí, como provinciano, me repele. ¿Sabrán estas gentes que quienes peor hablan en Chile son los mismos santiaguinos?

Sólo pensar en todo lo que ya he planteado me mueve a creer que los múltiples desnudos en escena son para justificar lo visceralmente obvio y directo de una película sobre putas - tetas, culos, sexo - y así aumentar el márketing, partiendo por el afiche; aun cuando "La Remolienda" de Alejandro Sieveking trataba sobre humor y amor.

En definitiva esperaba que fuese mejor, con todo se agradece la producción, el esfuerzo y la constante alegría que está presente. No quiero ser tan radical y que crean que estoy demoliendo la película, todo lo contrario, me divertí y la apruebo con nota 4,0 [no sé con qué autoridad].

Como el mismo eslogan de "Casa de Remolienda" reza, este comentario es "la puta y santa verdad".

Saludos, besos y muchas gracias a "ella": Pamela Montenegro.