Me auto-derroché a gran escala ayer.
No sé cómo lo hice, pero a las 8:25 de la mañana salí a trotar por media hora, y lo hice bien. Me fui temprano a estudiar a la U, cargado con bolso, mochila y raqueta. Fue provechoso.
Pero a la hora de almorzar fui al centro pero me costó encontrar una mesa disponible. Cuando la tuve -en un restaurant del Mercado Municipal- empecé a escribir un par de tarjetas navideñas que, a la postre, envié. En eso estaba cuando un niño con cara de moco se detuvo frente a mi mesa y me miraba fijamente. Incómodo con su presencia le espeté un - "¿qué quieres?"; "nada", me dijo y se fue.
Mientras masticaba un trozo del pepino con sabor a sandía de la ensalada, recordé que se cuenta que, una vez hace varios años, (nuestro) Nico Massú comía con un amigo en un buen restaurant de Viña del Mar y se acercó a la mesa un niño de aquellos que venden flores en la calle. Nico no le compró ninguna, pero le preguntó - "¿comiste?". Como la respuesta del niño fue "no", gentilmente pidió al mesero que tomara la orden del niño, ahora ya sentado a la mesa junto a Massú donde cenó.
¡Qué disímil fue mi reacción ante una situación mucho menos comprometedora! La muestra de hostilidad, mi instinto de autotutelar mis pertenencias, mi paranoia fueron más grandes que mi mejor lado humano.
La moraleja es que tengo que respirar y pensar un poco más; y por sobre todo dejar de ver las noticias en Chilevisión.
Y es que «la mujer del César no debe sólo serlo, sino también parecerlo».
Saludos a Edu que volvió desde Viña del Mar.
Pd. 1. Ayer fui a leer las cartas al Viejo Pascuero en el correo, sólo un par me llamaron la atención, pero escapan a mis posibilidades de generosidad material. Las demás son, a mi juicio, pura basura de gente acostumbrada a vivir pidiendo (y exigiendo) a los demás, y que para peor usan en esta ocasión a sus niños como excusa.
Pd. 2. Ayer le gané apenas a la Vaca el set 7-6 (7-4 el tiebreak). En un principio estaban sus amigas bellas, pero ni me las presentó. El doble mixto tendrá que esperar.
Pd. 3. Ayer hablé con Claudio Márquez, el abogado jefe de mi practica, quien se sigue dilatando en excusas para prorrogar la entrega de la corrección de mi informe.
Pd. 4. Ayer salí a carretear con el Edu; casi "ganamos"; igual lo pasamos bien; me presentó a su hermana Mirtha (quien me interrogó como agente de la CIA, me hizo una trenza "María" y me preparó 2 huevos duros); y me invitó a dormir en su casa.
No sé cómo lo hice, pero a las 8:25 de la mañana salí a trotar por media hora, y lo hice bien. Me fui temprano a estudiar a la U, cargado con bolso, mochila y raqueta. Fue provechoso.
Pero a la hora de almorzar fui al centro pero me costó encontrar una mesa disponible. Cuando la tuve -en un restaurant del Mercado Municipal- empecé a escribir un par de tarjetas navideñas que, a la postre, envié. En eso estaba cuando un niño con cara de moco se detuvo frente a mi mesa y me miraba fijamente. Incómodo con su presencia le espeté un - "¿qué quieres?"; "nada", me dijo y se fue.
Mientras masticaba un trozo del pepino con sabor a sandía de la ensalada, recordé que se cuenta que, una vez hace varios años, (nuestro) Nico Massú comía con un amigo en un buen restaurant de Viña del Mar y se acercó a la mesa un niño de aquellos que venden flores en la calle. Nico no le compró ninguna, pero le preguntó - "¿comiste?". Como la respuesta del niño fue "no", gentilmente pidió al mesero que tomara la orden del niño, ahora ya sentado a la mesa junto a Massú donde cenó.
¡Qué disímil fue mi reacción ante una situación mucho menos comprometedora! La muestra de hostilidad, mi instinto de autotutelar mis pertenencias, mi paranoia fueron más grandes que mi mejor lado humano.
La moraleja es que tengo que respirar y pensar un poco más; y por sobre todo dejar de ver las noticias en Chilevisión.
Y es que «la mujer del César no debe sólo serlo, sino también parecerlo».
Saludos a Edu que volvió desde Viña del Mar.
Pd. 1. Ayer fui a leer las cartas al Viejo Pascuero en el correo, sólo un par me llamaron la atención, pero escapan a mis posibilidades de generosidad material. Las demás son, a mi juicio, pura basura de gente acostumbrada a vivir pidiendo (y exigiendo) a los demás, y que para peor usan en esta ocasión a sus niños como excusa.
Pd. 2. Ayer le gané apenas a la Vaca el set 7-6 (7-4 el tiebreak). En un principio estaban sus amigas bellas, pero ni me las presentó. El doble mixto tendrá que esperar.
Pd. 3. Ayer hablé con Claudio Márquez, el abogado jefe de mi practica, quien se sigue dilatando en excusas para prorrogar la entrega de la corrección de mi informe.
Pd. 4. Ayer salí a carretear con el Edu; casi "ganamos"; igual lo pasamos bien; me presentó a su hermana Mirtha (quien me interrogó como agente de la CIA, me hizo una trenza "María" y me preparó 2 huevos duros); y me invitó a dormir en su casa.
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