De aburrido y vacío que estaba me cogió el hambre y caminé a la cocina para dejar aflorar las ideas al vapor amargo de un mate. "Tengo todavía varias cosas pendientes, algunas que debo hacer hoy mismo, esta tarde" - hablé en voz baja- como respetando al silencio. Palma bajo el mentón, codo sobre la mesa. Una pausa. Luego calzas tus audífonos y sintonozas la radio... esta canción es antigua, la letra hoy suena interesante, precisa.
¿Hay una fijación en tí eh? Un afán por abarcar más, conocer más, exportar tu ser, importar lo que haga falta, hay que asimilar otras realidades. El mundo será inversamente proporcional a la proyección de tu persona en él. La herramienta favorita es Internet. Sí.
Contactos alrededor del mundo en la lista del Messenger, jugando en english - últimamente en português- pero todos (todas), finalmente, entienden español. Me gustaría saber más, la falta de actualización, de noticias, de saludos, etc. tiende a representar la idea de que lo "construído" sólo ha sido un castillo de arena desvanecido en el tiempo, y por ende horas de mi vida absolutamente desperdiciadas en este lugar.
Empero, hay una parte feliz, saludable, diaria. Un brillo naranjo en la parte inferior de la pantalla que confirma la alegre rutina: te llaman desde México, desde Brasil, si tienes suerte desde China o España [sólo un milagro despertaría a Puerto Rico / Oregon].
Lo agridulce de las relaciones humanas está en que, allí donde no te conocen más que en un avatar o una proyección de la esquina superior de la pantalla, resulta haber más fiato que con quienes están cerca. Una persona, sólo una persona que he contactado por Messenger, finalmente ha podido conocer en persona. Un fracaso.
Macka, esto va dedicado íntegramente a tí. Me abruma no haberte conocido después de tanto tiempo, estando tan cerca, y suena a despedida. Estoy convencido que no fue mi culpa, ni falta de deseo de mi parte. Sabrás bien tus motivos, el fondo detras de tus reticencias y dilaciones.
Si no lo sintiese como una espina clavada, no me importaría en lo absoluto. Pero ya que no soy capaz de reconocerte porque no tengo clara tu imagen; no me cuentas mucho más de mí y, a veces, supones que soy adivino; si, como dices, una vez me viste en la U y no me saludaste; si en todo este tiempo no resultó, y no por mala suerte. Me resigno a seguir viéndote como un brillo naranjo en la pantalla de vez en cuando, ahora que quien sabe cuán lejos te irás.
Igual te deseo lo mejor, porque te estimo mucho.
Aquella letra precisa dice: «las palabras son cuchillas cuando las manejan orgullos y pasiones».
Felicidades en este nuevo año a todos los que me conocen, que deben ser la décima parte de las personas a quien yo conozco.
¿Hay una fijación en tí eh? Un afán por abarcar más, conocer más, exportar tu ser, importar lo que haga falta, hay que asimilar otras realidades. El mundo será inversamente proporcional a la proyección de tu persona en él. La herramienta favorita es Internet. Sí.
Contactos alrededor del mundo en la lista del Messenger, jugando en english - últimamente en português- pero todos (todas), finalmente, entienden español. Me gustaría saber más, la falta de actualización, de noticias, de saludos, etc. tiende a representar la idea de que lo "construído" sólo ha sido un castillo de arena desvanecido en el tiempo, y por ende horas de mi vida absolutamente desperdiciadas en este lugar.
Empero, hay una parte feliz, saludable, diaria. Un brillo naranjo en la parte inferior de la pantalla que confirma la alegre rutina: te llaman desde México, desde Brasil, si tienes suerte desde China o España [sólo un milagro despertaría a Puerto Rico / Oregon].
Lo agridulce de las relaciones humanas está en que, allí donde no te conocen más que en un avatar o una proyección de la esquina superior de la pantalla, resulta haber más fiato que con quienes están cerca. Una persona, sólo una persona que he contactado por Messenger, finalmente ha podido conocer en persona. Un fracaso.
Macka, esto va dedicado íntegramente a tí. Me abruma no haberte conocido después de tanto tiempo, estando tan cerca, y suena a despedida. Estoy convencido que no fue mi culpa, ni falta de deseo de mi parte. Sabrás bien tus motivos, el fondo detras de tus reticencias y dilaciones.
Si no lo sintiese como una espina clavada, no me importaría en lo absoluto. Pero ya que no soy capaz de reconocerte porque no tengo clara tu imagen; no me cuentas mucho más de mí y, a veces, supones que soy adivino; si, como dices, una vez me viste en la U y no me saludaste; si en todo este tiempo no resultó, y no por mala suerte. Me resigno a seguir viéndote como un brillo naranjo en la pantalla de vez en cuando, ahora que quien sabe cuán lejos te irás.
Igual te deseo lo mejor, porque te estimo mucho.
Aquella letra precisa dice: «las palabras son cuchillas cuando las manejan orgullos y pasiones».
Felicidades en este nuevo año a todos los que me conocen, que deben ser la décima parte de las personas a quien yo conozco.
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