Ya empezaba a hacerme asiduo a la idea de escribir columnas como ésta cuando temí estar demasiado influenciado por la televisión, sospeché que me podría estar transformando en una versión masculina y chilensis de Carrie Bradshaw, sí la de Sex And The City. Me recordaba la imagen de las palabras apareciendo en el monitor formulando más preguntas que afirmaciones, demostrando una enclenque seguridad en la experiencia propia y una capacidad de asombro inagotable.
¿Mi diferencia con Bradshaw? Soy un aspirante a columnista aficionado dispuesto a tratar muchos más temas que el sexo y las relaciones personales en una urbe. Tampoco tengo a nadie similar a Samantha Jones, a Miranda Hobbes o a Charlotte York como fuente de inspiración... en fin. Sin embargo debo ser sincero y reconocer que al igual que Fun Lovin' Criminals cuando cantan "Barry White Saved My Life", Carrie Bradshaw salvó la mía; o por lo menos la cambió.
Hoy, ocho de marzo, celebramos o al menos recordamos el día internacional de la mujer y, aunque no puedo afirmar que tenga con las mujeres mucha llegada, me parece justo dedicar la columna de hoy a ellas. Ésta es la razón por la cual empecé recordando a "Sex And The City" y continuaré con un merecido reconocimiento a Gladys Marín (q.e.p.d.) que fue mujer de entre las mujeres y más hombre que muchos varones y que con justicia logró lo que otros sólo aspiran (yo en primer lugar) la inmortalidad, seguir vivo en la memoria de la gente o resucitar cada vez que alguien te evoque en un libro o en una conversación.
Ocho de marzo, pensar que tenemos que fijar una fecha en el calendario para acordarnos de las mujeres. Porque éste no es un día como Navidad o el día de San Valentín, me parece algo desubicado (aunque quizás no esté de más) llegar con una flor o chocolates donde una mujer y decirle -feliz día de la mujer- como si fuese su cumpleaños. No. Este día es como el día del trabajo, está para hacernos recordar que la mujer ha sido y es discriminada, explotada, ninguneada, limitada y victimizada con tratos vejatorios y delitos en la mayoría de las sociedades actuales; hoy se nos recuerda que existe una tarea pendiente, una aspiración, la plenitud y la armonía entre géneros. Que detrás de cada hombre sólo haya un gran culo, que la gran mujer de un paso adelante y pase a caminar al lado.
A la hora de despedirse me gustaría saludar a todas las mujeres que conozco (que debe ser el triple de mujeres que me conocen) y en particular dedicaré estas líneas, como lo prometí, a Karen Asenjo con todo el amor que para ella tengo y que aun no le he podido ofrendar (méjorate pronto). Finalmente me despido en la misma onda con la que inicié, un diálogo entre Mr. Big y Carrie que me fascina.
Ella: ¿Me extrañaste?
Él: Sí.
Ella: ¿Lloraste?
Él: No, pero estuve escuchando mucho a Frank Sinatra.
A todas las niñas las quiero mucho.
¿Mi diferencia con Bradshaw? Soy un aspirante a columnista aficionado dispuesto a tratar muchos más temas que el sexo y las relaciones personales en una urbe. Tampoco tengo a nadie similar a Samantha Jones, a Miranda Hobbes o a Charlotte York como fuente de inspiración... en fin. Sin embargo debo ser sincero y reconocer que al igual que Fun Lovin' Criminals cuando cantan "Barry White Saved My Life", Carrie Bradshaw salvó la mía; o por lo menos la cambió.
Hoy, ocho de marzo, celebramos o al menos recordamos el día internacional de la mujer y, aunque no puedo afirmar que tenga con las mujeres mucha llegada, me parece justo dedicar la columna de hoy a ellas. Ésta es la razón por la cual empecé recordando a "Sex And The City" y continuaré con un merecido reconocimiento a Gladys Marín (q.e.p.d.) que fue mujer de entre las mujeres y más hombre que muchos varones y que con justicia logró lo que otros sólo aspiran (yo en primer lugar) la inmortalidad, seguir vivo en la memoria de la gente o resucitar cada vez que alguien te evoque en un libro o en una conversación.
Ocho de marzo, pensar que tenemos que fijar una fecha en el calendario para acordarnos de las mujeres. Porque éste no es un día como Navidad o el día de San Valentín, me parece algo desubicado (aunque quizás no esté de más) llegar con una flor o chocolates donde una mujer y decirle -feliz día de la mujer- como si fuese su cumpleaños. No. Este día es como el día del trabajo, está para hacernos recordar que la mujer ha sido y es discriminada, explotada, ninguneada, limitada y victimizada con tratos vejatorios y delitos en la mayoría de las sociedades actuales; hoy se nos recuerda que existe una tarea pendiente, una aspiración, la plenitud y la armonía entre géneros. Que detrás de cada hombre sólo haya un gran culo, que la gran mujer de un paso adelante y pase a caminar al lado.
A la hora de despedirse me gustaría saludar a todas las mujeres que conozco (que debe ser el triple de mujeres que me conocen) y en particular dedicaré estas líneas, como lo prometí, a Karen Asenjo con todo el amor que para ella tengo y que aun no le he podido ofrendar (méjorate pronto). Finalmente me despido en la misma onda con la que inicié, un diálogo entre Mr. Big y Carrie que me fascina.
Ella: ¿Me extrañaste?
Él: Sí.
Ella: ¿Lloraste?
Él: No, pero estuve escuchando mucho a Frank Sinatra.
A todas las niñas las quiero mucho.
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